Los techos metálicos tienen varias ventajas, tales como su durabilidad, resistencia a la intemperie y a la corrosión, y su capacidad para soportar cargas pesadas. También son ligeros y fáciles de instalar, y pueden ser personalizados para adaptarse a una variedad de estilos arquitectónicos y diseños. Además, los techos metálicos son una buena opción para zonas con nevadas o vientos fuertes.